Nada mejor que unas galletas caseras recién horneadas para llenar la casa de aromas irresistibles. Si además llevan ese toque cítrico tan fresco del limón, la experiencia se vuelve aún más especial. Estas galletas de azúcar y limón combinan lo mejor de dos mundos: la suavidad y dulzura de la clásica galleta de mantequilla con la chispa vibrante del limón. Ideales para acompañar una tarde de café, compartir en familia o simplemente para consentirse con un pequeño capricho dulce.
Inspiración detrás de esta receta
El limón siempre ha sido un ingrediente asociado a la frescura, el verano y las reuniones al aire libre. Aunque solemos relacionarlo con bebidas como la limonada o con postres clásicos como la tarta de limón, en forma de galleta adquiere una nueva dimensión. La mezcla entre lo dulce del azúcar y la acidez natural del limón crea un balance perfecto que sorprende desde el primer bocado. Esta receta nace de esa idea: transformar lo cotidiano en un placer único, con galletas suaves, masticables y coronadas con un glaseado que potencia aún más el sabor cítrico.
Ingredientes que necesitas
Para las galletas
- 1 ¼ tazas de azúcar blanca
- 1 taza de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 3 yemas de huevo
- 2 ½ tazas de harina para todo uso
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- ½ cucharadita de crémor tártaro
- 3 cucharadas de ralladura de limón fresca
- 3 cucharadas de jugo de limón natural
Para el glaseado
- 4 tazas de azúcar glas
- ½ taza de mantequilla (suave)
- 3 cucharadas de jugo de limón
- 3 cucharadas de ralladura de limón
- 3 a 5 cucharadas de leche
Paso a paso para preparar estas galletas


- Precalentar el horno a 180 °C (350 °F). Engrasar ligeramente dos bandejas para hornear o cubrirlas con papel vegetal.
- En un tazón grande, batir la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y clara. Añadir las yemas de huevo, la ralladura y el jugo de limón, y continuar batiendo hasta integrar.
- Agregar la harina, el bicarbonato y el crémor tártaro a la mezcla anterior. Revolver suavemente hasta que se forme una masa homogénea.
- Con las manos, hacer bolitas del tamaño de una nuez y colocarlas en la bandeja, dejando espacio de unos 5 cm entre cada una. No es necesario aplanarlas.
- Hornear durante 10 a 12 minutos, hasta que la superficie se vea ligeramente agrietada y empiece a tomar un color dorado pálido. Retirar del horno y dejar enfriar en una rejilla.
- Preparar el glaseado: batir la mantequilla con el azúcar glas hasta obtener una crema. Incorporar poco a poco la leche, el jugo y la ralladura de limón. Seguir batiendo hasta conseguir una textura ligera y homogénea.
- Cuando las galletas estén frías, untar el glaseado por encima y dejar reposar unos minutos antes de servir.
Trucos para que te salgan perfectas
- Usa limones frescos: la ralladura recién sacada intensifica el aroma y sabor.
- No hornees en exceso: retíralas cuando apenas se doren, así quedarán suaves y masticables.
- Para un glaseado más intenso: añade un poco más de jugo de limón y menos leche.
- Si quieres textura extra: agrega una pizca de semillas de amapola a la masa.
- Para conservarlas: guárdalas en un recipiente hermético, se mantienen frescas 2-3 días.
Información nutricional por porción (aprox.)
- Calorías: 221 kcal
- Carbohidratos: 32 g
- Proteína: 1 g
- Grasas: 9 g
- Grasas saturadas: 6 g
- Colesterol: 44 mg
- Sodio: 119 mg
- Potasio: 28 mg
- Azúcar: 24 g
- Vitamina A: 310 UI
- Vitamina C: 2,7 mg
- Calcio: 10 mg
- Hierro: 0,5 mg
Ideas para acompañar tus galletas
- Con un vaso de leche fría, para un contraste delicioso.
- Como parte de una mesa de té, junto a galletas de mantequilla o de chocolate.
- Acompañadas de frutas frescas como fresas o frambuesas.
- Servidas con helado de vainilla para un postre más completo.
- En una cajita decorada, como regalo casero para alguien especial.
Una receta que merece estar en tu mesa

Estas galletas de azúcar y limón no solo son fáciles de hacer, también son una muestra de cómo un toque cítrico puede alegrar cualquier receta clásica. Prepáralas en casa, disfrútalas con tu familia y compártelas en tus reuniones. Seguro se convertirán en una de tus recetas favoritas para cualquier ocasión.