La sopa de tomate y albahaca es uno de esos clásicos reconfortantes que nunca pasan de moda. Su aroma fresco, su textura cremosa y su sabor equilibrado entre lo dulce del tomate y lo herbal de la albahaca la convierten en una de las sopas más queridas alrededor del mundo. Además, es rápida, fácil de preparar y puede estar lista en apenas 20 minutos, lo que la hace perfecta para una cena entre semana o un almuerzo ligero lleno de sabor.
A diferencia de las versiones enlatadas o industriales, la sopa de tomate casera con albahaca fresca destaca por su intensidad de sabor, la suavidad de su textura y el toque artesanal que solo los ingredientes frescos pueden aportar. Ya sea que la acompañes con pan tostado, queso parmesano o un tradicional sándwich de queso a la plancha, tendrás en tu mesa una comida completa, deliciosa y muy nutritiva.
Inspiración de la receta
Esta receta me transporta directamente a la infancia, cuando los días fríos pedían un plato de sopa caliente junto con un queso a la plancha dorado y crujiente. Durante mucho tiempo pensé que la sopa de tomate era simplemente “correcta”, hasta que probé esta versión casera enriquecida con ajo, chalotas y albahaca fresca. Ahí descubrí lo especial que puede ser un plato sencillo cuando se prepara con mimo y buenos ingredientes.
Lo mejor de esta sopa es que, a pesar de su sencillez, resulta elegante y reconfortante a la vez. Es una de esas recetas que puedes preparar para ti en una noche de invierno, pero también servir como entrada en una comida especial. Además, puedes ajustarla a tu gusto: hacerla más cremosa con un poco más de nata, más ligera con caldo de verduras o incluso darle un giro vegano con leche de coco.
Ingredientes
- 4 dientes de ajo picados
- 2 cucharadas de cebolla amarilla picada o chalotas
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 lata de 28 onzas de tomates triturados
- 1 lata de 14 onzas de tomates enteros en su jugo
- 2 tazas de caldo de pollo (puede sustituirse por caldo de verduras)
- 1 cucharadita de sal marina
- 1 cucharadita de azúcar
- 1/2 cucharadita de pimienta negra recién molida
- 1/3 taza de crema espesa o mitad y mitad
- 4 cucharadas de albahaca fresca cortada en juliana
- Queso parmesano rallado al gusto
Instrucciones paso a paso
- En una cacerola mediana, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Sofríe el ajo y las chalotas durante unos 3 minutos, hasta que estén fragantes y translúcidas.
- Agrega los tomates triturados y, uno por uno, incorpora los tomates enteros, rompiéndolos suavemente con una cuchara de madera o con las manos limpias mientras los añades. No olvides verter también el jugo de la lata.
- Añade el caldo, la sal, el azúcar y la pimienta. Mezcla bien y cocina a fuego medio durante unos 10 minutos, removiendo ocasionalmente.
- Pasado este tiempo, reduce el fuego y añade la crema espesa junto con la albahaca fresca. Cocina a fuego lento unos minutos más.
- Para una textura más cremosa, utiliza una licuadora de inmersión directamente en la olla o lleva la sopa a una licuadora normal en tandas. Tritura hasta obtener la consistencia deseada.
- Sirve caliente, con queso parmesano recién rallado, pan tostado o un buen queso a la plancha.
Consejos útiles
- Albahaca fresca: añádela al final de la cocción para que conserve su aroma y no pierda frescura.
- Textura personalizada: si prefieres una sopa rústica, tritura solo parcialmente los tomates. Para una sopa más fina, procesa completamente.
- Opción vegana: sustituye la crema espesa por leche de coco o una crema vegetal ligera.
- Almacenamiento: guarda la sopa en un recipiente hermético en la nevera hasta 4 días o congélala por 2-3 meses. Al recalentar, añade un chorrito de caldo o leche para recuperar su textura.
- Acompañamientos: el maridaje clásico es con un sándwich de queso a la plancha, pero también combina muy bien con crutones o pan de ajo.
Información nutricional (por ración aprox.)
- Calorías: 71 kcal
- Carbohidratos: 2 g
- Proteínas: 1 g
- Grasas: 6 g
- Grasas saturadas: 1 g
- Colesterol: 4 mg
- Sodio: 681 mg
- Potasio: 99 mg
- Vitamina A: 120 UI
- Vitamina C: 6,6 mg
- Calcio: 25 mg
- Hierro: 0,3 mg
Disfruta de esta sopa reconfortante
La sopa de tomate y albahaca es mucho más que un simple entrante: es un plato cargado de tradición, sabor y frescura que nunca decepciona. Perfecta para cualquier época del año, combina la intensidad del tomate con el toque aromático de la albahaca, logrando un equilibrio delicioso. Pruébala una vez y verás cómo se convierte en una receta fija en tu cocina.