La torta de café y cereza es una de esas preparaciones que combinan sencillez, sabor y un toque de elegancia. Su textura húmeda, gracias al yogur griego de cereza negra y el pudín de vainilla, la convierte en una delicia perfecta tanto para el desayuno como para un brunch especial. Lo mejor es que no necesitas ser un experto en repostería: con unos pocos pasos lograrás un pastel esponjoso con el toque agridulce y jugoso de las cerezas.
Esta receta es ideal para sorprender en una reunión familiar, acompañar una tarde de café con amigos o simplemente darte un gusto casero en la semana. El equilibrio entre el dulzor de la masa y la frescura de las cerezas crea un postre memorable, de esos que siempre se piden repetir.
Inspiración de la receta
La inspiración detrás de esta torta surge de los clásicos coffee cakes americanos, conocidos por ser ligeros, suaves y perfectos para acompañar una taza de café caliente. La diferencia está en el toque frutal: las cerezas no solo aportan un sabor único, sino que también transforman un pastel sencillo en una opción fresca y sofisticada.
Esta receta es ideal para quienes aman los sabores caseros con un giro especial. Es también un homenaje a esos momentos tranquilos de la mañana, cuando compartir un pastel recién hecho se convierte en un ritual de unión y disfrute.
Ingredientes
Para la torta
- 1 mezcla para pastel amarillo (solo la mezcla)
- 4 huevos
- 1/2 taza de agua
- 5 onzas de yogur de cereza negra (puede ser marca Chobani o tu favorito)
- 1/2 taza de aceite de canola
- 3 onzas de pudín de vainilla instantáneo
Para el remolino y la cobertura
- 3/4 taza de azúcar morena
- 1/4 taza de azúcar blanca
- 1 cucharada de canela en polvo
- 1 taza de cerezas enlatadas (puedes usar frescas si lo prefieres)
Instrucciones paso a paso

- Preparar el horno: precalienta a 350°F (175°C) y engrasa un molde metálico de 23×33 cm (9×13 pulgadas).
- Batir la masa: coloca en la batidora la mezcla para pastel, huevos, agua, yogur, aceite y pudín de vainilla. Bate durante 7 minutos completos; este tiempo es esencial para lograr que la masa quede aireada y el pudín se incorpore correctamente.
- Preparar la mezcla de azúcar y canela: en un bol, combina el azúcar morena, el azúcar blanca y la canela.
- Armar la primera capa: vierte la mitad de la masa en el molde engrasado. Espolvorea la mitad de la mezcla de azúcar y canela.
- Segunda capa: añade la masa restante encima y cubre con el azúcar sobrante. Con un cuchillo, haz pequeños remolinos para crear un efecto marmoleado.
- Primer horneado: lleva al horno durante 12 minutos.
- Añadir las cerezas: abre el horno y coloca suavemente las cerezas sobre la superficie, sin hundirlas ni mezclarlas.
- Hornear nuevamente: continúa el horneado de 18 a 20 minutos más, hasta que el pastel esté firme y los bordes comiencen a despegarse.
- Enfriar y servir: deja enfriar por completo antes de cortarlo para evitar que se desmorone.
Consejos útiles
- No te saltes el tiempo de batido: los 7 minutos de mezcla son la clave para obtener una torta firme y bien cuajada.
- Controla el horno: revisa tu pastel unos minutos antes de lo indicado; cada horno es diferente y así evitarás que quede seco.
- Guarda adecuadamente: conserva tu torta en un recipiente hermético. A temperatura ambiente dura hasta 2 días, y en refrigeración hasta 1 semana.
- Variante saludable: si lo prefieres, sustituye el aceite de canola por aceite de coco o mantequilla derretida. También puedes usar cerezas frescas para un sabor más natural.
- Perfecto para brunch: acompáñalo con café recién hecho, huevos con tocino o una ensalada de frutas frescas para un menú equilibrado.
Información nutricional (por porción aproximada)
- Calorías: 280 kcal
- Carbohidratos: 47 g
- Proteínas: 3 g
- Grasas: 9 g
- Grasas saturadas: 1 g
- Colesterol: 42 mg
- Sodio: 292 mg
- Azúcares: 32 g
- Calcio: 101 mg
- Hierro: 1 mg
Un toque dulce para tus mañanas

La torta de café y cereza es más que un simple pastel: es una invitación a disfrutar el presente, a sentarse con calma frente a una taza caliente y compartir un momento de dulzura. Sus capas suaves, su aroma a canela y el contraste de las cerezas la convierten en un clásico moderno, ideal tanto para un desayuno especial como para coronar un brunch de fin de semana.
Atrévete a probarla, juega con variantes de frutas y haz de esta receta un sello personal en tu cocina. ¡Seguro que se convertirá en una de tus favoritas!