Las galletas de chocolate son un clásico irresistible: suaves, esponjosas y con ese toque de cacao que enamora a grandes y pequeños. Son perfectas para acompañar el café de la mañana, compartir en una tarde especial o convertirlas en un postre espectacular con crema batida y fresas.
Esta receta es sencilla, no requiere ingredientes complicados y el resultado es espectacular: galletas con un exterior ligeramente crujiente y un interior suave y mantecoso. Además, puedes disfrutarlas solas, con mermelada, como base para un shortcake o incluso como parte de un desayuno salado.
Ingredientes
- 2 tazas (250 g) de harina para todo uso
- 2 a 3 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar (ajusta según tu preferencia de intensidad)
- 1 cucharada de polvo de hornear
- 2 cucharaditas de azúcar granulada
- 1/2 cucharadita de crémor tártaro
- 1/2 cucharadita de sal marina
- 1/2 taza (115 g) de mantequilla fría con sal, cortada en cubitos
- 2/3 taza (160 ml) de leche entera fría
Instrucciones paso a paso

- Precalienta el horno a 215 °C (415 °F) y prepara una bandeja para hornear con papel pergamino.
- En un tazón grande, tamiza la harina, el cacao, el polvo de hornear, el azúcar, el crémor tártaro y la sal. Esto ayudará a que las galletas queden más esponjosas.
- Agrega la mantequilla fría y, usando un cortador de masa, un tenedor o tus dedos, mezcla hasta que la textura se asemeje a migas gruesas.
- Vierte la leche fría y mezcla suavemente con un tenedor hasta que la masa comience a unirse. No trabajes demasiado la mezcla para que las galletas no pierdan su textura hojaldrada.
- Pasa la masa a una superficie ligeramente enharinada y amásala muy suavemente hasta integrarla. Espolvorea un poco de cacao en la superficie antes de extender.
- Extiende la masa hasta 1,25 cm de grosor. Corta círculos con un cortador de 7–8 cm o simplemente corta cuadrados con un cuchillo. Junta los restos, extiende nuevamente y repite.
- Coloca las galletas en la bandeja preparada, dejando un pequeño espacio entre ellas. Hornea de 10 a 12 minutos, hasta que estén elevadas y firmes al tacto.
- Disfrútalas calientes recién horneadas o déjalas enfriar sobre una rejilla antes de guardarlas.
Variantes y consejos
- Añade chispas de chocolate a la masa para un extra de sabor.
- Sustituye parte de la leche por crema espesa para una textura aún más rica.
- Espolvorea azúcar glas encima antes de servir para un toque elegante.
- Sirve con helado de vainilla y salsa de chocolate para un postre increíble.
Formas de disfrutarlas

- Comerlas solas, aprovechando su sabor mantecoso y ligeramente salado.
- Untarlas con mantequilla cuando aún están calientes para darles más suavidad y riqueza.
- Acompañarlas con mermeladas o jaleas clásicas como fresa, mora o uva.
- Rociarlas con un poco de miel tibia para un bocado dulce y reconfortante.
- Servirlas con salsa gravy, una preparación típica del sur de Estados Unidos hecha con salchicha, leche o crema.
- Usarlas como acompañamiento del pollo frito, ya que su textura esponjosa complementa el crujiente de la carne.
- Disfrutarlas junto a una taza de café o té caliente para comenzar el día con calidez.
- Partirlas por la mitad y transformarlas en un sándwich de desayuno con huevo, queso y tocino.
Información nutricional (por galleta aprox.)
- Calorías: 232 kcal
- Carbohidratos: 27 g
- Proteínas: 4 g
- Grasas: 12 g
- Grasas saturadas: 7 g
- Colesterol: 31 mg
- Sodio: 257 mg
- Potasio: 264 mg
- Fibra: 1 g
- Azúcares: 2 g
- Vitamina A: 395 UI
- Calcio: 99 mg
- Hierro: 1,7 mg
Inspiración
Las galletas de chocolate son mucho más que un simple antojo: son una receta versátil que puedes transformar según la ocasión. Desde un desayuno familiar hasta un postre elegante, estas galletas siempre serán un éxito. Lo mejor es que puedes prepararlas en menos de 30 minutos y disfrutar del aroma a chocolate recién horneado llenando tu cocina.